Parcial : 21 km., Total : 87 km., A Santiago : 107 km.

Día 24/04/05.-

Salimos de Goiriz ya preparados para la lluvia, porque está lloviznando y amenaza con ser otra jornada de "ponchos".

Hacemos una foto delante de uno de los "cruceiros", pasamos al otro lado de la carretera y comenzamos a caminar.

Los primeros pasos los damos por un camino bordeando un prado que rebosa gran cantidad de agua. Luego caminamos por tierra y pasamos por los pueblos de Fontoira, Liñares y Casas Novas ( nombres que sacamos de la guía porque no hay ningún indicador).

LLegamos a la carretera N.634 y cruzamos pero, el camino que indica el mojón está cortado y seguimos por el arcén de la carretera hasta Vilalba, dejando el polígono industrial a nuestra derecha, donde también queda el albergue de Peregrinos.










En Vilalba por una zona de casas antiguas y calles de piedra llegamos a la plaza donde está la Iglesia de Santa María (entramos unos minutos) y la Torre de los Andrade (S.XV), convertida en Parador de Turismo. Buscamos una tienda donde comprar pilas para las cámaras de fotos y aprovechamos para tomar café.

Nos disponemos a continuar después de hacer unas fotos y volver a equiparnos contra la lluvia. El día sigue empeorando.
Dejamos Vilalba atrás, descendemos hacia el río Magdalena y seguimos hasta llegar a Cova y Puente Rodriguez, donde cruzamos el río Trimaz (foto).

LLueve de tal manera que nos obliga a resguardarnos en un alpendre de una casa abandonada, aprovechando para reponer fuerzas (hoy el vino de la bota es parragués de Nemesio, está muy rico).










Ascendemos por un auténtico barrizal hasta un grupo de casas donde preguntamos a un señor por el nombre del lugar, nos dice que estamos en Gabín. Después de dejar atrás varios pueblos sin indicador llegamos a San Juán de Alba, pasamos por medio del campo de la fiesta y cruzamos la carretera para ver la iglesia (está cerrada).

Continuamos caminando y aunque a ratos sale el sol, la mayoría del trayecto la hacemos enfundados en los plásticos, caen varios chaparrones que nos obligan a abrigarnos al lado de las casas y en algún cobertizo. En descenso llegamos al río Labrada que cruzamos por el Puente de Saá (muy bién restaurado).

Desde aquí hasta el final de la etapa el Camino va serpenteando la carretera y nosotros bajo la lluvia y salvando GRAN CANTIDAD DE CHARCOS (Estamos en a Terra Chá y cuando llueve...) por las fincas colindantes.